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martes, 16 de octubre de 2012

¿Qué tipos de combustibles se pueden quemar en las calderas de biomasa?

Una de las características principales que deben cumplir las energías renovables, la bioconstrucción o el bioclimatismo es que deben ser vernáculas. Es decir, debemos integrarnos en el medio que nos rodea y aprovechar de manera responsable los recursos autóctonos y más próximos.

Combustible mediterráneo | Hueso de aceituna triturado

Sin querer hilar muy fino o entrar en discusiones de mayor grado de puritanismo, por ejemplo, sería cuestionable la utilización de equipos fabricados en países muy lejanos, o materiales de construcción que tenemos que hacerles viajar kilómetros y kilómetros o por ejemplo quemar pellet que se fabricara en Sudamérica.
Como he dicho, no es cuestión de hilar muy fino ni ser más papistas que el papa, pero en el caso de que realmente podamos elegir entre un recurso vernáculo o uno extranjero, lo ideal es que nos decantemos por el autóctono, siempre y cuando las características de calidad y fiabilidad sean aceptables.
Uno de los mayores ejemplos que nos podemos encontrar en nuestra zona geográfica es el uso o no de los combustibles que proceden de residuos agrícolas, por supuesto, con unos cánones de calidad que se deben cumplir.
Estos combustibles que comento son, por ejemplo, el hueso de aceituna, la cáscara de almendra, triturada o sin triturar, o la cáscara de piñón entre otros. En este sentido, los problemas que nos hemos ido encontrando en el uso de estos combustibles en las calderas de biomasa son:
  • Por parte del fabricante centro europeo. Como seguro que sabéis, las calderas con mayores prestaciones y más fiables se fabrican en la zona norte de nuestro continente, Alemania y Austria principalmente. Lo que ocurre es que en la zona en cuestión los combustibles que más a mano tienen son principalmente el pellet y la astilla de madera, ambos dos con normativa de calidad incluida. Como es lógico, los fabricantes de la zona diseñan y prueban sus calderas con sus combustibles autóctonos.
    El "problema" surge cuando distribuidores como HC Ingenieria, comienzan a comercializar este tipo de calderas en un país que está lleno de hueso de aceituna o cáscara de almendra. Evidentemente los usuarios e instaladores demandamos la posibilidad de uso de este tipo de combustibles en sus calderas y los austriacos empiezan a preguntarse qué potencial tienen estos combustibles y qué volumen de ventas pueden llegar a tener en la zona con lo que durante un periodo no corto la respuesta fue: "el uso de combustibles sin cumplimiento de normativa es causa de pérdida de garantía". Me consta que desde fábrica se están realizando estudios comprobando la respuesta de las calderas con el uso de estos combustibles y también me consta que existen multitud de calderas KWB funcionando con hueso o cáscara en nuestro país.
  • Por parte del usuario final. Hacer caso omiso a las recomendaciones. Podemos usar "combustibles procedentes de restos agrícolas", no al revés, ya que el uso de restos agrícolas utilizados como combustibles, normalmente nos generan problemas de funcionamiento, mayor suciedad y mantenimiento en las calderas de biomasa, debidos, principalmente, por el exceso de humedad y la suciedad en el combustible.
  • Por parte de diferente comerciales. Hacer creer que en cierto tipo de calderas se puede quemar un combustible como el hueso de aceituna siendo que física y químicamente es totalmente imposible. El proceso de la combustión se basa en la pirólisis o descomposición del combustible, básicamente, la temperatura producida en la cámara de combustión genera una descomposición del mismo y una oxidación muy rápida que genera gran cantidad de energía, además de unos gases e inquemados. Este proceso sólo se puede dar cuando la temperatura en la cámara de combustión es óptima y le damos tiempo al combustible a descomponerse completamente. Para que esto se produzca, las dimensiones deben ser ámplias y al igual que la configuración física de la cámara de combustión debe tener unas características determinadas.
El futuro en el uso de combustibles mediterráneos pasa por una normativa y una caracterízación de los mismos, y eso mismo se está buscando en el proyecto BIOMASUD, que intenta lanzar un nuevo sello de calidad de biomasas mediterráneas para uso doméstico.
Proyecto de caracterización de biomasas mediterráneas.

Es fundamental que nos organicemos de manera profesional en beneficio del sector y de los usuarios en general. Disponer de una normativa que regule estos combustibles mediterráneos que convenzan a los fabricantes, que demuestren a los usuarios e instaladores qué tipo de calidad es óptima y que ponga en su lugar a ciertos actores no deseados.

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